viernes, 6 de febrero de 2009

Marian Sabate se desnuda

TEXTO: Ingrid Balseca.
FOTOS: Stalin Díaz / EXPRESO.

"Si quieren comentar que existe el rumor de que ando con un ex ejecutivo del canal, díganlo, yo lo niego, es mentira. Pero no le pongan nombre ni apellido”.

Pétalos de rosas rojas, espuma de baño, velas flotantes y una copa de champán crearon el ambiente necesario para que la ex presentadora de Caiga quien caiga, Marián Sabaté, de 42 años, se sumerja (sin dudarlo ni por un segundo cuando se lo pedí) casi como Dios la trajo al mundo, en el jacuzzi de su habitación en su residencia de Los Ceibos Norte. A veces se quejó del frío por el tiempo que estuvo en el agua para la producción de estas fotos y por las travesuras de su hijo menor, Alejandro.

Posteriormente la reina de la prensa rosa se puso una cómoda bata y en la alcoba que era de su madre, Ángeles Morán, habló del romance con un ex ejecutivo de Canal 1 que se le atribuye, de su posible ingreso a Gama (ese día recibió una llamada de Nicolás Vega), del año sabático que le gustaría tomarse, del libro de cocina que desea publicar con las recetas de su progenitora, de los errores que cometió bajo la dirección de Steven Macías y del sueldo que considera merece ganar.

La versión oficial es que Marián Sabaté se retira de la farándula porque está subida de tono y además porque su progenitora se lo pidió.
Esa es la verdad. Cuando AU-D se encadenó en los exteriores de Canal 1 yo estaba cuidando a mi mamá que se encontraba en la clínica Kennedy. Entonces me convertí en una televidente más, veía los programas de farándula y me percaté que eran muy agresivos y fuertes. Estoy consciente que fui parte de ello, cuando estás inmersa no te das cuenta.
No le creo que no se dio cuenta hasta ese momento...
Te lo juro. Cuando estás metida en el relajillo de la farándula, no lo haces. A mí me lo decía Rocío Dunn y mi mamá, dos personas que me quieren.

¿Marián hace cuánto tiempo usted y yo nos conocemos?

Uhhh (levanta la mano). Hace un montón de años. Desde Aló qué tal América.

Por ello sin pelos en la lengua le pregunto, porque hay otra versión de su salida de Canal 1. Dicen que usted mantenía un romance con un ex ejecutivo de esa cadena que era yerno de un directivo.
Ni con el yerno, ni con el dueño. Ese tema es muy delicado. Es una familia que no está inmersa en farándula y me parece terrible que esté en esos dimes y diretes. (Luce seria).

Es inevitable la pregunta...
Estoy sola desde febrero del año pasado. Ya me han hecho esa pregunta un par de personas y me parece inadecuada, porque no estamos hablando de una familia que está en el medio, sino de una familia que me trató bien. Han surgido comentarios de todo tipo. Todos me parecen desagradables. Sabes que rara vez me molesta algo y esto me molesta. Se lo dije a Mariana Romero, te lo digo a ti y se lo digo a todo el mundo, si quieren comentar que existe el rumor de que ando con un ex ejecutivo de un canal, díganlo, yo lo niego, es mentira. Pero no le pongan nombre ni apellido, porque terceras personas pueden salir perjudicadas.

¿Cree que en estos momentos de crisis mundial habrá una cadena de televisión que le pague los 8.000 dólares que ganaba en Canal 1?
Te puedo asegurar que hay estaciones que pagan más a otros animadores. He visto los contratos. En Estados Unidos, Brasil o España es un bingo estar en la televisión, por qué en Ecuador no puede ser así. Creo que los canales tienen para pagar porque los auspiciantes pagan bien. Me merezco estar en un proyecto que me dé lo mismo o más.

En Gama afirman que Marián ya es parte de esa empresa.
Aún no he firmado, hasta que no ponga mi rúbrica no doy por hecho nada. Las conversaciones están bien adelantadas. También he hablado con otras personas de televisión y radio y con empresas que les interesa mi imagen para ropa, cosméticos y perfumes. Quisiera un programa, una vez a la semana, más otra cosa. Aunque no tengo ahorros ni he heredado nada.

Es decir, que es muy gastadora.
Tengo unos gastos fijos altos porque asumo lo que el padre de Barbarita debería pagar y el de Alejandrito. Me doy una vida cómoda.

¿Le conviene irse a Gama, un canal del Estado?

No me preocupa que sea una empresa del Gobierno, incautada. Si vuelve Estefanía Isaías, daría brincos, porque considero que es la persona más inteligente para manejar un canal de televisión. Si lo recupera, bienvenida, si se queda con Correa no creo que quiebre y tampoco creo que cierre para poner una panadería. Si lo compra algún millonario de este país, no me preocupa porque sé que tengo talento y no me va a botar. (Ríe).
No es fácil mantenerse 21 años en la televisión, ¿cuál es su secreto?
No soy la única, están Tania Tinoco, Alfonso Espinosa, Luzmila Nicolalde... Le caigo bien a los televidentes, simpatizo con ellos. Creo que eso se llama ángel, el cual no se compra. Hay que ser sencillo, porque el público no aguanta ni poses ni aniñamientos.

Aunque no han faltado los que aseguren que este es el principio del fin...
No es. Eso lo aseguro, a estas alturas y sin sobrarme pude haber firmado tres contratos, mejores que el que tenía antes. Con dinero, me tomaría un año sabático. No haría nada, quizás estudiar idiomas o hacer un curso de yoga. Tengo pendiente el libro de cocina con las recetas de mi mamá. Ella me había pedido que lo publiquemos. Tengo cargo de conciencia porque lo fui postergando, como no se lo regalé en vida, quiero hacerlo como un homenaje póstumo.

¿Ha pensado en un libro autobiográfico, uno que hable de sus amores?

Santillana quería que hable de amor, del amor en general, pero no lo concreté. No se trata de chismerío. Algo como lo que dices, lo quiere hacer María Sacoto.

¿Estaría dispuesta a hablar sin tapujos?

No creo, si a mi mamá no le gustaba que esté en Caiga quien caiga, mucho menos le habría gustado que empapele a todo el mundo en un libro.

En la actualidad no importa agredir u ofender a la gente, ¿por qué cree que la farándula cayó tan bajo?
Estamos en pañales en comparación con otros países. Creo que no debimos habernos involucrado en ciertos temas, lastimosamente sí lo hicimos.

¿Por ejemplo?

La sexualidad, las cuestiones gays, los romances prohibidos... Los temas económicos no me parecen mal, hay gente que no está de acuerdo en tocar deudas. Si compras y no pagas, no está bien.

A veces se decía que Marián se volvió mala y que no era la misma de Aló qué tal...
Yo no vi ese cambio, mi madre lo vio, si ella me lo decía era ley. Que había subido el tono, que mis facciones eran más duras, que mis comentarios eran malévolos, que ya no era graciosa. A mi madre también se lo comentaban otras personas.

Perdió amigos y ganó enemigos...
No. Ahora puedo decir que no existe una persona que esté resentida conmigo por el programa que yo hacía.

¿Y dónde quedaron Carlos José Matamoros, Giovanny Dupleint, Elena Gui?

No, con ella no hablo. Bueno nunca fue mi amiga, tampoco enemiga. Cuando murió mi mami, hubo muchas muestras de solidaridad. Giovanny me mandó un mensaje, el programa de él, Vamos con todo, respetó mi dolor y para mí eso es bastante.

Carlos José es su compadre, sin embargo eso no le importó y lo atacó todo lo que quiso. ¿Se le pasó la mano con él?
Igual que a muchos se les pasó la mano conmigo en algún momento. Como decía Giovanny Dupleint, esto es un show.

Decir que todo es un show es un argumento fácil para lavarse las manos...

Ahora existe Conartel, me parece maravilloso y lo aplaudo. Cuando a mí me agredían, yo me preguntaba dónde está la entidad u organismo que defienda cuando es agredido exageradamente en la televisión. A mí me dijeron horrores, me cantaron Tu reputación, de Arjona.

¿Considera que la falta de una pareja fija o un padre fue una de las razones para que sus “enemigos” abusaran y se creyeran con el derecho de irrespetarla?

Sí. ¿Quién se mete con Andrea Bucaram? Pocas personas, porque saben que su papá es capaz de hacer cualquier cosa por defenderla.

A veces usted le daba de comer al hambriento al vestirse de tecnocumbiera o al meterse en unas sábanas con los ex Ta Dominado y enseñar los pechos y hasta la ropa interior.
Yo estaba muy confiada porque siempre tuve directores y productores que sabían lo que era bueno o malo para mí. Creo que el último director (Steven Macías) no supo manejarme como persona ni mi carrera. En 8 meses más o menos, yo cometí muchos errores bajo la dirección de él. Me hizo vestir de tecnocumbiera, me veía fatal, no fue lo más apropiado. No le preocupaba qué entrevistas daba o a quién se las daba. Nunca me dio un consejo, me hizo enredar en peleas absurdas y quizás mostrar más de la cuenta.

Ya no es una niña de pecho y debe tener el criterio suficiente para saber lo que puede o no afectar su imagen.
Siempre es necesario una guía.

En una ocasión, su ex productor Eduardo Holmes dijo que usted no se deja manejar.
Sé bastante de televisión, no solo me gradué de periodismo, he hecho cursos, siempre me he estado preparando, no me pueden meter gato por liebre. Como sé, puedo discutir y por ello creen que soy rebelde. Para evitar el rumor, que soy indisciplinada, peleona, diva y que hago pataletas, hice todo lo que me pidieron, para que después no digan que yo le tenía mala fe a Steven Macías. Pero lo que me pidieron fue un desastre.

¿Aún se sigue considerando la reina de la prensa rosa?

Hasta que lo decidan ustedes o el público.

¿Quién puede ocupar su lugar?

Dan de qué hablar Carolina Jaume y Paola Farías, qué tanto interesan sus vidas, eso no lo decidimos nosotros, solo los televidentes.

¿Cuál ha sido su peor metida de pata?

Pelearme con Andrea Bucaram. Fue la única vez que algo que yo hice en el trabajo, afectó a mi hija de manera personal. Me enfrasqué en una pelea, le dije a Andrea que era una amiga desleal porque había salido con una ex pareja, ni bien yo había peleado con esta. Debí pensar que su hermana era la mejor amiga de Barbarita y que eso iba a perjudicar la relación entre ellas. Mi hija no debía pagar las consecuencias de mi oficio.

Los hijos a veces pagan los errores de los padres, ¿cree usted tener la suficiente autoridad para corregirlos?
Por supuesto (levanta el tono de voz). Yo no les voy a reclamar que cuenten su vida en público, les voy a reclamar si no estudian, si llegan tarde, si fueron irresponsables. Cuando se habla de mí, no se lo hace porque soy drogadicta, delincuente o estafadora. Cuando se dice algo es por mis novios, porque no tengo una relación estable, porque se me atribuye un amor prohibido o porque subo o bajo de peso.

Por cierto, cuando estaba en la televisión usted decía que la gente le preguntaba por qué no aparecía en la portada de la revista de Mariela Viteri. Daba la impresión que se moría por salir en ella.
Al público le parece raro no verme en esa publicación, me han visto en Vistazo, Hogar, TVyNovelas.

Marcos Andrés Idrovo regresa a la pantalla chica.
¡Felicitaciones! Espero que todo el mundo tenga sus pertenencias bien guardadas. (Ríe). A pesar de lo que pasó, el otro día conversando con Rocío Dunn consideramos nombres de personas que me podrían acompañar en la televisión. Estuvimos de acuerdo que era perfecto para estar conmigo, lastimosamente cometió un error.

¿Marián es mentirosa?

Sí, pero se me nota en la cara enseguida. Soy mala mentirosa.
Puede poner la mano sobre la Biblia y afirmar que todo lo que ha dicho en esta entrevista es la verdad y nada más que la verdad.
Sííí... ¿Dónde está la Biblia? (Ríe).

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